“Mientras retrocedía hacia los arbustos junto a la carretera, manteniendo la casa a la vista, podía sentir las ramas perforando mi espalda como burlones pinchazos burlándose de cada uno de mis movimientos. Acomodé a mi bebé en mi cadera, tiré nuestras bolsas de viaje al suelo y esperé”
(Este es un pequeño vistazo a https://www.tellingmystory.ca/my-story)
E incluso después de esperar en el monte ese día mi viaje, un viaje que me llevaría a un refugio para mujeres, volví a esa relación tóxica por una última ronda.
Verás, no podía comprender mi verdadero valor y después de ser golpeado emocionalmente, las mentiras que plagaban mi mente; se convirtieron en mi [invalidez]. Y debido a que estaba tan cegado por el dolor de mi ciclo codependiente poco saludable, no podía ver más allá del dolor para encontrar esperanza.
No tuve que quedarme en la relación abusiva tratando de validar mi valor, pero debido a que no podía creer en mi verdadero valor, mi falta de valor se convirtió en mi prisión sin esperanza durante mucho tiempo.
Pero, Isaías 30:18 dice: “Por tanto, el Señor esperará para tener piedad de vosotros; Y por tanto, Él será exaltado, para tener misericordia de vosotros.” Y Dios esperó pacientemente hasta que estuve listo para escuchar. Dios me mostró que me amaba sin importar lo que hiciera o dejara de hacer. Me mostró que Su corazón estaba lleno de perdón. Que Él tenía un plan para mi vida y cuando estaba lista para renunciar a mi voluntad y mis planes y comenzar a escuchar Su voz dirigiéndome hacia Su voluntad, mis circunstancias cambiaron. Una vez que comencé a comprender mi valor en Dios, el que conoce todos mis pensamientos, todas mis esperanzas, todos mis sueños, pude salir de esa prisión de “inutilidad” para siempre.
Cuando tratamos de recibir nuestro valor de nuestros elogios mundanos, nuestras posesiones o relaciones, aprendemos que hay un vacío que nunca podrán llenar. Estamos tan ocupados tratando de encontrar valor en estas medidas mundanas que nos perdemos las increíbles bendiciones que Él tiene para nosotros. Bendiciones de satisfacción sabiendo que somos amados incondicionalmente y sin medida. Bendiciones de perdón, cuanto el oriente está del occidente. Bendiciones de gozo inefable y plenitud de Gloria. Bendiciones en conocer la inmensidad de nuestro valor.
Tenemos que estar en guardia. Hay una guerra en curso y nuestra mente es el campo de batalla. Una batalla entre lo que el enemigo dice que vales y lo que Dios dice que valemos. Necesitamos recibir y creer las verdades de Dios. El enemigo nos hará creer lo contrario, manteniéndonos frustrados tratando de alcanzar nuestro inalcanzable valor mundano. No creas la mentira del enemigo. Usa la palabra de Dios como un escudo para proteger tu mente. Hable Sus verdades en su vida. No te repitas a ti mismo las mentiras del enemigo. Habla del amor de Dios por ti, su palabra tiene poder. Un poder mucho más allá de la fuerza de cualquier mentira del enemigo.
Orando las verdades de Dios se derramen sobre ti como una lluvia refrescante lavando el dolor de las mentiras del enemigo ♥
Bendiciones.
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